Cuando los ecosistemas están muy degradados o destruidos, han perdido sus mecanismos de regeneración y, en consecuencia, es necesario ayudarles o asistirlos en su recuperación, a estas acciones se las denomina restauración activa o asistida (sucesión dirigida o asistida). Ésta implica, que, con ayuda humana, se asista o ayude al ecosistema para garantizar el desarrollo de los procesos de recuperación y superar los tensionantes que impiden la regeneración.
La capacidad de restaurar exitosamente un ecosistema dependerá́ de gran cantidad de conocimientos, como por ejemplo: el estado del ecosistema antes y después del disturbio, el grado de alteración de la hidrología, la geomorfología y los suelos, las causas por las cuales se generó el daño; la información acerca de las condiciones ambientales regionales, la interrelación de factores de carácter ecológico, cultural e histórico; la disponibilidad de la biota nativa necesaria para la restauración, las trayectorias sucesionales de la vegetación y su composición de especies y el papel de la fauna en los procesos de regeneración. Para la restauración ecológica, se recomienda tener en cuenta los siguientes pasos:
- Definir el ecosistema o comunidad de referencia.
- Evaluar el estado actual del ecosistema que se va a restaurar.
- Definir las escalas y niveles de organización.
- Establecer las escalas y jerarquías de disturbio.
- Lograr la participación comunitaria.
- Evaluar el potencial de regeneración del ecosistema.
- Establecer los tensionantes para la restauración a diferentes escalas.
- Seleccionar las especies adecuadas para la restauración.
- Propagar y manejar las especies.
- Seleccionar los sitios.
- Diseñar acciones para superar los tensionantes para la restauración
- Monitorear el proceso de restauración.
- Consolidar el proceso de restauración.